Una de las consecuencias de la pandemia del COVID-19 fue el aumento del consumo de datos de hasta un 30% a nivel mundial, debido al cambio en el hábito de consumo de internet. Eso ha pasado con el incremento en la utilización de plataformas de entretenimiento (videos por streaming, videojuegos, etc.), teletrabajo, telemedicina, educación online, e-commerce y todo lo que antes era presencial y se ha convertido en virtual.
Esta demanda generó la necesidad de que muchos proveedores tuvieran que invertir rápidamente en infraestructura para el acceso fijo a internet de alta velocidad a los hogares.
Por otro lado, también han crecido las conexiones de redes móviles 3G y 4G. En paralelo a eso se ha intensificado mucho la velocidad del proceso implementación de las futuras redes 5G en el mundo.
5G y el diseño de Redes
Con las redes 5G estaremos hablando de cerca de 500 MB por segundo de tráfico “pico” por usuario. Esa cantidad de datos siendo transmitida en tan alta velocidad va a generar mucha presión en la forma con que se diseñan las redes, además de la necesidad de “opticalizar” los Data Centers.
Inicialmente la red 5G va a permitir arquitectura de RAN distribuida tradicional, RAN centralizada, RAN distribuida Cloud y RAN centralizada Cloud. Cada una de estas arquitecturas presenta desafíos distintos.
La densificación de antenas móviles, por su mayor volumen de información y menor radio de alcance de las antenas cuando comparado a redes 3G y 4G, requiere de una cantidad mucho mayor de fibra óptica. El mayor desafío en este caso es la conectividad del fronthaul: ¿Cómo afrontar la conectividad de estas antenas a un costo eficiente?
Fibra Óptica y Espectro
Por otro lado, es importante la densificación de la fibra óptica en cuanto al espectro. Hay una correlación directa al espectro RF que utilizará el 5G. Se plantea que el 5G va a tener una parte de las antenas en la banda mediana de los 3 GHz y otra parte en la banda alta de 30 GHz. Como es de conocimiento, cuanto mayor la frecuencia, mayor el ancho de banda y menor la cobertura. Por eso el 5G presenta un nuevo reto en donde hay que verificar: las antenas de más alto espectro van a demandar más conectividad y tráfico, mientras que en la banda mediana se obtendrá una red mucho más simple con una cobertura mayor, pero con menor ancho de banda.
En este sentido, podemos decir que el desafío para la red 5G es cumplir con los siguientes requerimientos:
En conclusión, lo que ya sabemos es que, mismo con el gran reto que tenemos por delante, nosotros juntos lograremos construir una nueva tecnología de conectividad para las redes 5G, orientada a la servitización y al bienestar de la sociedad.